jueves, 16 de noviembre de 2017

EXPECTATIVAS

Estamos en un momento de cambio, un cambio en el que el destino, nos lo marca nuestra propia brújula interna. En el que debemos escucharnos, para que nuestro guía interior pueda llevarnos a buen puerto. Y debemos cuidar a nuestro ser interior para que éste ¡ no pierda el rumbo tampoco !

Hoy quería hablaros sobre las expectativas, sobre como las generamos en todos los aspectos de la vida.
En primer lugar deberiamos preguntarnos:




¿ Qué son las expectativas ? a mi parecer, es todo aquello que nos proyectamos en nuestra mente como resultado de una acción o situación, es aquello que nos imaginamos que sucederá, o lo que creemos que sucederá, para generarnos confianza, seguridad, esperanza o aplomo.

Por ejemplo:

Hay un estreno de una nueva película, en la que las críticas son excelentes, hablan del magnifico trabajo del director, los efectos especiales de esta, la fotografía, de lo alucinante e impresionante que es. Es más, tus compañeros de trabajo te dicen que no pudieron respirar de la emoción hasta el final... cuando llegas a la sala, tu mente ha generado unas expectativas sobre ese film. Espera algo increíble, grandioso, espectacular, pero, ¿ Qué sucede ? que tal vez, esas expectativas que te habías creado, finalmente no se cumplen. Y no porque no sea buena, o genial. Si no porque tal vez, lo que esperabas o lo que habías generado para esperar era más de lo real o de lo que es real para ti.

otro ejemplo: 

No os a pasado alguna vez, que habéis conocido a alguien por la RRSS (redes sociales) y habéis empezado a hablar con esa persona y tu mente ha empezado a imaginar como es, y resulta que cuando finalmente os conocéis,  ¿ Las palabras que se leían no son como las que se oyen ? o que ¿ la persona que tienes delante no es como te habías imaginado ? pues eso sucede porque nos hemos generado unas expectativas al respecto. 





Entonces, ¿ Qué deberiamos hacer al respecto ? ¿ Cómo deberiamos actuar ? Desde la presencia, nosotros deberiamos vivir en el presente constantemente, para así ser conscientes en todo momento de aquello que sucede, no lo que podría suceder. De esta manera, no generamos frustraciones innecesarias. Todo lo que haríamos, sería por naturalidad y voluntad propia, sin esperar nada a cambio, y eso nos aportaría mayor felicidad y estabilidad. Cuando dejas de proyectarte en el futuro, empiezas a vivir tu presente.

 ¿ Qué sucede con los niños ? 

Desde que nacen les enseñamos a proyectarse con el fin de generarles seguridad, y con esto no quiero decir que no deban tener rutinas, o horarios. pero ¿ hasta que punto esa seguridad es  contraproducente ? 

por ejemplo:

Un niño que va a realizar una actividad, que nunca ha hecho. Como madres o padres, les vendemos la actividad como algo muy divertido, que se lo pasará genial, que hará muchos amigos, etc. Pero, ¿ Cómo sabemos que realmente le sucederá todo eso ? Deberiamos dejar que el niño se sorprendiera, que explorará la actividad, y fuera descubriéndola sin anticiparle emociones o sensaciones. Porque, si finalmente, no se divierte, porque esperaba divertirse mucho imaginando que haría todo aquello que a el le divierte, no querrá ir. Porque si el primer día, no hace ningún amigo nuevo, se sentira desplazado, y eso le generara una frustración enorme. Y todo, porque hemos proyectado en él, unas expectativas, y como bien se define la palabra, las expectativa es solo algo que esperas que suceda, pero no sabes si sucederá.





¿ Que recomiendo ?

Hablarles siempre desde la verdad, que aprendan a sorprenderse, a esperar, a observar y así poder hacer una valoración desde la neutralidad. Que aprendan a disfrutar el recorrido, el trayecto, la estancia, no el objetivo. Porque si al final no llegas a tu objetivo, o lo esperas hacer, te quedas vació y frustrado, y eso vuelve a generarte infelicidad. Así pues la Felicidad esta en tu mente, no en tus manos. Prográmala bien, y saca los pensamientos y la basura de ella. (El guerro Pacífico, film)

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